Micron Technology, Inc. ha anunciado el lanzamiento de un producto NAND de célula de una sola capa (SLC) de mayor densidad y tolerante a la radiación del sector. Con una capacidad de 256 Gb, este producto es el primero de una cartera que incluirá soluciones NAND, NOR y DRAM calificadas para el espacio. Para más detalles, consulte https://www.storagenewsletter.com/2025/07/28/micron-launches-space-qualified-portfolio-to-power-mission-critical-data-for-aerospace-innovation/.
Esto suscitó la pregunta de por qué se necesita una memoria tolerante a la radiación y cómo se consigue.
Cuando la mayoría de la gente piensa en tecnología espacial, se imagina cohetes, satélites o el explorador de Marte. Sin embargo, detrás de cada sistema se esconde algo menos glamuroso, pero absolutamente esencial: la memoria. En concreto, la memoria tolerante a la radiación, el héroe anónimo que garantiza la supervivencia de los datos en los entornos más hostiles que la humanidad haya explorado jamás.
La dura realidad del espacio
El espacio no es el vacío amistoso que solemos ver en las películas. Es un campo de batalla lleno de rayos cósmicos, erupciones solares y partículas de alta energía que bombardean constantemente la electrónica de las naves espaciales. En la Tierra, nuestra atmósfera y nuestro campo magnético nos protegen de la mayor parte de esta radiación. Pero una vez que se abandona nuestro planeta, la tecnología queda expuesta.
La radiación puede causar estragos en la microelectrónica. Una sola partícula cargada puede voltear un bit de la memoria, corrompiendo instrucciones o datos críticos. En el peor de los casos, esto puede provocar caídas del sistema o fallos de la misión, resultados que no sólo son costosos, sino a veces irreparables.
La memoria convencional de los ordenadores está diseñada para condiciones terrestres. Funciona bien en su teléfono u ordenador portátil, pero en el espacio, estos chips son increíblemente vulnerables. La radiación puede causar:
Para un satélite en órbita alrededor de la Tierra o una sonda que se dirija a Júpiter- estos riesgos son inaceptables. Sin protección, nos estaríamos jugando miles de millones de dólares en hardware y décadas de planificación.
La memoria tolerante a la radiación está diseñada para soportar estas duras condiciones. Incorpora estrategias de diseño avanzadas como
Esta tecnología no hace que la memoria sea "invencible", pero reduce drásticamente los riesgos de fallos catastróficos.
Lo que está en juego es más importante que nunca
A medida que la humanidad se adentra en el espacio hacia la Luna, Marte y más allá, la demanda de sistemas informáticos fiables crece exponencialmente. Las futuras misiones dependerán de:
En todos estos casos, la memoria tolerante a la radiación no es opcional, sino crítica para la misión.
Curiosamente, las ventajas no acaban en el espacio. La memoria tolerante a la radiación también desempeña un papel importante en:
Puede que la memoria tolerante a la radiación no acapare titulares como los cohetes o los telescopios espaciales, pero sin ella, la exploración espacial moderna y muchas tecnologías basadas en la Tierra no sería posible. Es la espina dorsal silenciosa del éxito de las misiones, ya que garantiza que cuando la humanidad alcance las estrellas, nuestros datos viajen seguros con nosotros.
Por supuesto, incluso los sistemas más cuidadosamente diseñados se enfrentan a riesgos que no siempre pueden eliminarse. Cuando la memoria flash se ve comprometida, ya sea por la exposición a la radiación en órbita, por partículas de alta energía en entornos médicos o por fallos imprevistos en infraestructuras críticas, la capacidad de recuperar los datos es tan importante como protegerlos desde el principio.
Ahí es donde Ontrack Data Recovery desempeña un papel fundamental. Con décadas de experiencia especializada y métodos propios diseñados para los desafíos únicos del almacenamiento flash, Ontrack ofrece a las organizaciones grandes posibilidades de recuperar información cuando más importa. Su probada experiencia garantiza que, incluso en las condiciones más duras, sus datos tienen un camino de vuelta.