3 formas permanentes de borrar sus datos

viernes, 16 de enero de 2015 por Sam Wiltshire

En nuestro último blog, hablamos de la importancia de poder borrar de forma segura y permanente los datos al final de su vida útil. Ya sea que usted esté trabajando para una empresa que tiene la obligación legal de destruir la información personal de los clientes después de un cierto período de tiempo, o que usted esté considerando vender su viejo teléfono inteligente en eBay y quiere asegurarse de que nadie desentierre sus selfies, vale la pena saber cómo hacer el trabajo correctamente. Y sin embargo, esto es a menudo una fuente de confusión: muchos consumidores y empresas tienen ideas erróneas sobre lo que es una destrucción segura de datos y aquello que no lo es.

Formatear un disco, por ejemplo, no lo borrará en realidad, sino que sólo eliminará el sistema de archivos existente y generará uno nuevo, algo similar a tirar un catálogo de la biblioteca cuando usted realmente desea sacar los libros de la biblioteca. Lo que es más, romper las unidades de disco duro con un martillo tampoco es garantía – por poco probable que sea – de que alguien con suficiente tiempo en sus manos no sea capaz de volver a montar los platos y transcribir los datos.

Entonces, ¿cómo pueden los consumidores y las empresas lograr la tranquilidad de que su información confidencial no sea utilizada en su contra después de que haya sido borrada? En realidad, existen algunos métodos de destrucción de datos a prueba de fallos que cuentan con la aprobación de gobiernos y organismos internacionales de normalización, y que varían ampliamente en cuanto a sus costos, cada uno de ellos con ventajas y desventajas en particular. Aquí están tres de los más importantes.

Método 1: Software de borrado de datos

Una de las formas más sencillas de borrar permanentemente los datos es mediante el uso de software. Los discos duros, dispositivos de almacenamiento flash y entornos virtuales pueden ser eliminados sin necesidad de hardware especializado, y el software necesarios va desde el gratuito – como el comando ‘shred’ incluido en la mayoría de sistemas operativos tipo Unix – hasta los productos comerciales.

Aunque las distintas aplicaciones de destrucción de datos utilizan diferentes técnicas, todas adhieren a un solo principio: sobrescribir la información almacenada en el medio con algo más. Por lo tanto, un programa podría pasar por el disco duro sector por sector y sustituir cada bit por un cero o bien con datos generados al azar. A fin de garantizar que ningún rastro del patrón magnético original sea conservado, esto se realiza normalmente varias veces: entre los algoritmos más comunes se incluyen el Scheier de siete pasadas y el método Gutmann de 35 pasadas, aún más riguroso.

Desafortunadamente existen algunos inconvenientes con el borrado de datos basado en software. En primer lugar, requiere bastante tiempo. Además y tal vez lo más importante, es el hecho de que si algunos sectores del disco duro se vuelven inaccesibles por medios normales, la aplicación no será capaz de escribir en ellos. Sin embargo, alguien con las herramientas adecuadas podría recuperar datos de un sector defectuoso.

Obviamente el borrado de datos basado en software también se topa con un problema cuando se quiere destruir información almacenada en medios que sólo se pueden escribir una vez, como la mayoría de los discos ópticos.

Método 2: Degausser (desmagnetización)

Los días de los tubos de rayos catódicos pueden ser algo lejano en el pasado, pero es probable que usted recuerde lo que sucedía cuando colocaba un imán potente al lado de un viejo televisor o monitor de ordenador: los electrones disparándose hacia la parte posterior de la pantalla saliéndose de curso y resultando en colores distorsionados. Para evitarlo, aquellos dispositivos contenían bobinas de desmagnetización: componentes diseñados para reducir o eliminar los campos magnéticos indeseables.

Este proceso también se utiliza para tornar los datos de los discos duros retirados de uso y otros medios magnéticos en irrecuperables. Un degausser moderno es básicamente una caja gigante que genera un potente campo magnético, haciendo que los dominios magnéticos existentes en el medio magnético caigan en desorden. Suele ser algo extremadamente confiable, pero podría haber un problema en el sentido de que los discos duros de última tecnología son más densos que sus antepasados y por lo tanto requieren más fuerza magnética para ser desmagnetizados completamente. Pero la actual generación de desmagnetizadores debería seguir siendo apta para ser utilizada por un buen tiempo todavía.

Desafortunadamente, la desmagnetización presenta un par de inconvenientes. Para empezar, es eficaz en medios magnéticos, pero sólo en medios magnéticos. Un degausser puede ser suficiente para limpiar un disco duro de 100 terabytes, pero introdúzcale un dispositivo de almacenamiento flash saldrá indemne del proceso.

En segundo lugar, los discos duros desmagnetizados no pueden ser reutilizados, así que no es una solución ideal para aquellas empresas que buscan reciclar o vender su hardware.

Método 3: Destrucción física

Finalmente, la destrucción física de los medios es una opción, aunque, como se discutió anteriormente, no es un método tan a prueba de fallos como parece. Como lo ha demostrado Ontrack en YouTube, un disco duro puede sufrir daños significativos antes de que los datos contenidos en él se tornen irrecuperables. De hecho, aunque los platos giratorios interiores se hagan añicos, es teóricamente posible que alguien pudiera unir las piezas y recuperar el contenido.

En realidad, quebrar sencillamente un disco duro en dos partes no es una técnica adecuada para borrar permanentemente los datos al final de su vida útil. Si una empresa emprende el camino de la destrucción física, debe asegurarse de que los medios se hagan añicos en tantas piezas como sea posible: la mayoría de los profesionales recomiendan usar una trituradora de disco duro especial.

Para los dispositivos que utilizan memoria flash, el proceso es un poco diferente. Si el chip de memoria en sí es destruido, los datos no pueden ser recuperados. Pero si sobreviven, pueden ser trasplantados a otro circuito impreso con un chip controlador nuevo y la información puede ser accedida sin gran dificultad.

En resumen: es fácil asumir que la destrucción física de los medios es una forma garantizada de borrar de forma segura los datos, pero eso no siempre es así. Hacer las cosas bien es un proceso a menudo tan lento como cualquier otro método y no requiere menos rigor.

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